Frecuentemente, y ante los que somos de condición “sin hijos militantes por el momento”, por parte de los que ya ejercen, se reciben, perciben, miradas impregnadas de:
· una pretendida superioridad ético-moral en tanto se contribuya a la perpetuación de la especie - que vaya especímenes algunos.
· una supuesta falta de egoísmo megalómano y estéril, o incluso otras, cargadas de una especie de conmiseración envenenada ante un supuesto fracaso social personalizado… claro , que también por parte de otros que ya están de vuelta, se declara abiertamente una eufórica ¡ Enhorabuena y sigue así…!, y además te lo dicen delante de su mujer o marido e hijos, si encarta. ¡Que tiene narices…!
Ante cualquiera de estos enfoques, a mí particularmente me la refanfinfla, no voy a pedir perdón, y respondo diciendo : cuántos niños traídos a este mísero y maravilloso mundo son fruto de un acto consciente, maduro y responsable…???, sino resultantes del infortunio, el analfabetismo, la miseria, el miedo a la soledad, de huidas hacia delante, de fría y calculada logística, del aburrimiento ( famoso y real vacío existencial), del puro y repugnante mercadeo, o simplemente porque “los condones le molestan a mi Paco... (cabronazo Paco, tonta del culo ella).
Contrapunto el que ponen aquellos que afortunadamente los traen por todo lo contrario, o sea, porque saben lo que sienten, lo que quieren, y lo que hacen… al menos, en ese momento, que la vida , ya saben, da muchas vueltas.
Quizás muchos de los que hasta el momento no han llegado a ejercer - descartados los socialmente defenestrados y/o frustrados, o simplemente, todos aquellos socios del club de la “real no ganas” - no es más que porque todavía existe gente en este mundo, por raro que parezca, que sabe lo que significa aquello de la “trascendencia responsable”, y para este asunto, exigible al más alto nivel.
Observando el panorama, cuan crispante, indignante comprobar cuánto cenutrio/a fértil y emparejado, por amor eterno civil, penal, o criminal, se lanza a esta aventura sin sopesar, calibrar, sospechar, un mínimo atisbo de responsabilidad de futuro para alguien que traído a este mundo, en un gran número de casos, es victima no sólo de la vida en sí misma, sino de sus propios hacedores.
Legados y heredados mayoritariamente códigos de conducta inducida, en directa proporcionalidad a los años que cumples, hala, todo quisqui a procrear, ¡! ARRIBA EL ESPÍRITU BOVINO…!!! y tonto el último.
· una pretendida superioridad ético-moral en tanto se contribuya a la perpetuación de la especie - que vaya especímenes algunos.
· una supuesta falta de egoísmo megalómano y estéril, o incluso otras, cargadas de una especie de conmiseración envenenada ante un supuesto fracaso social personalizado… claro , que también por parte de otros que ya están de vuelta, se declara abiertamente una eufórica ¡ Enhorabuena y sigue así…!, y además te lo dicen delante de su mujer o marido e hijos, si encarta. ¡Que tiene narices…!
Ante cualquiera de estos enfoques, a mí particularmente me la refanfinfla, no voy a pedir perdón, y respondo diciendo : cuántos niños traídos a este mísero y maravilloso mundo son fruto de un acto consciente, maduro y responsable…???, sino resultantes del infortunio, el analfabetismo, la miseria, el miedo a la soledad, de huidas hacia delante, de fría y calculada logística, del aburrimiento ( famoso y real vacío existencial), del puro y repugnante mercadeo, o simplemente porque “los condones le molestan a mi Paco... (cabronazo Paco, tonta del culo ella).
Contrapunto el que ponen aquellos que afortunadamente los traen por todo lo contrario, o sea, porque saben lo que sienten, lo que quieren, y lo que hacen… al menos, en ese momento, que la vida , ya saben, da muchas vueltas.
Quizás muchos de los que hasta el momento no han llegado a ejercer - descartados los socialmente defenestrados y/o frustrados, o simplemente, todos aquellos socios del club de la “real no ganas” - no es más que porque todavía existe gente en este mundo, por raro que parezca, que sabe lo que significa aquello de la “trascendencia responsable”, y para este asunto, exigible al más alto nivel.
Observando el panorama, cuan crispante, indignante comprobar cuánto cenutrio/a fértil y emparejado, por amor eterno civil, penal, o criminal, se lanza a esta aventura sin sopesar, calibrar, sospechar, un mínimo atisbo de responsabilidad de futuro para alguien que traído a este mundo, en un gran número de casos, es victima no sólo de la vida en sí misma, sino de sus propios hacedores.
Legados y heredados mayoritariamente códigos de conducta inducida, en directa proporcionalidad a los años que cumples, hala, todo quisqui a procrear, ¡! ARRIBA EL ESPÍRITU BOVINO…!!! y tonto el último.
UNOS TIENEN HIJOS POR TODOS ESOS CALIFICATIVOS,CIRCUNSTANCIAS,ETC, QUE USTED MUY BIEN REDACTA,PERO CUALES SON LAS NECESIDADES QUE UNE A LOS PROCREADORES? PROBABLEMENTE SIMILARES?
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